Más que un mundo, el de las circonitas es un universo desconocido para muchos. Se trata de una gema artificial, creada en laboratorio, que se ha ganado el corazón de los amantes de las piedras preciosas por su capacidad para recordarnos el aspecto del diamante con una precisión asombrosa.
Como era de esperar, desde su invención, la circonita se convirtió en una piedra muy utilizada en la industria de la joyería, gracias tanto a su belleza como a su accesibilidad económica en comparación con el diamante, su valiosa melliza. ¿Te ha picado la curiosidad y quieres saber más sobre la circonita? Pues presta atención, porque hoy conocerás sus propiedades y aprenderás a mantenerlas en perfecto estado.
La circonita, también llamada zirconita o circonita cúbica, es la forma cristalina cúbica del óxido de circonio (ZrO2). A diferencia de otras piedras preciosas conocidas, como el zafiro o el rubí, las circonitas no se encuentran en la naturaleza, sino que son gemas creadas artificialmente en un laboratorio —no se deben confundir con el circón, cuyo origen sí es natural—. El proceso de elaboración de la circonita, descubierto por el químico alemán Martin Henrich Klaproth en 1789, implica una serie de procedimientos rigurosos de más de 5 h con temperaturas que pueden superar los 2700° para conseguir el precioso resultado con el que nos deleita esta piedra. 235 años después, esta gema se ha vuelto indispensable en nuestros anillos, pulseras o pendientes favoritos.
Esta piedra bien puede parecerse al diamante en su aspecto; sin embargo, posee una serie de propiedades y características que la hacen totalmente diferente y única. En especial, se distingue por su dureza y la variedad de colores en la que podemos encontrarla. Te lo explicamos.
En su origen más primario, la circonita es transparente. Sin embargo, al no ser natural, puede modificarse artificialmente hasta conseguir otros colores a través de oligoelementos. Su versión transparente es elegante y ofrece un aspecto lujoso, como se puede apreciar en este reloj analógico TOUS Karat Squared. La circonita azul, por otro lado, es una piedra fresca que evoca lealtad y tranquilidad. También podemos encontrar circonita negra, más sofisticada y fiel representante de la fuerza y la protección, o circonita verde, estrechamente relacionada con la vitalidad y el crecimiento. Además, no es difícil toparse con circonita rosa, amarilla, marrón o de cualquier otro tono. Disfruta de cada color en solitario o combínalos todos en una misma pieza, como en esta pulsera de circonita de colores con oro amarillo de 18kt. ¡Ideal!
Para medir la dureza de los minerales, se suele utilizar la escala de Mohs, en la que el diamante se lleva el 10 y el 1 se reserva para el talco. La circonita tiene una dureza muy elevada, situándose entre el 8 y el 8,5 en dicha escala, un pelín por encima del topacio. Dada su gran dureza, su precio asequible y la capacidad de ser modificadas según nuestras preferencias de tamaño, color y forma, la circonita se ha convertido en una de las opciones más demandadas para adornar nuestras joyas. ¿Quién no tiene hoy en día una pieza con esta gema en su joyero personal?
Quien tiene una circonita, sabe que podrá disfrutar de su pieza durante muchos años, siempre y cuando la lleve con mimo y la cuide adecuadamente. Al disponer de una dureza tan alta, resisten con facilidad el desgaste del día a día, así como los arañazos y golpes, sin prescindir de su brillo. No obstante, insistimos en que la clave para mantener nuestras circonitas en perfecto estado durante mucho tiempo es mimarlas y respetar siempre sus instrucciones de mantenimiento.
Antes de entrar en materia, un inciso: las instrucciones de mantenimiento que vas a leer a continuación son exclusivas para las circonitas y no se aplican al resto de materiales de tu pieza. Ahora sí, vamos a descubrir qué debemos tener en cuenta para mantener la belleza y el brillo de nuestras circonitas. ¡Adelante!
Almacenamiento: cuando no lleves tus piezas con circonitas encima, asegúrate de guardarlas en un estuche especialmente diseñado para joyas y forrado con un material suave. A su vez, guarda el estuche en un lugar seco alejado de la luz solar, y evita zonas con demasiada humedad, como el baño.
Limpieza con agua y jabón suave: tus circonitas no necesitan nada más para mantenerse limpias. Vierte en un recipiente un poquito de agua tibia y unas gotas de jabón y baña tus piezas. Después, frota suavemente con un cepillo diseñado para la limpieza de joyas o, simplemente, un cepillo de dientes de cerdas suaves, y sécalas con un paño adecuado. Lo dicho: recuerda comprobar que el resto de materiales de tu joya puede someterse a este lavado.
Mantenimiento periódico: la constancia también es importante en el mundo de la joyería. Si quieres mantener tus circonitas limpias y brillantes durante años, limpia tus joyas, al menos, una vez al mes. Las circonitas son piedras muy duraderas, pero lo serán aún más si pones tu granito de arena para conservarlas.
Que esta piedra se haya convertido en un must en cualquier joyero no es casualidad. Y es que su brillo, la variedad de colores de los que disponemos y su belleza hacen de la circonita una verdadera joya, ideal tanto para la vida diaria como para eventos especiales. La encontrarás en nuestra sección de joyas con gemas, junto con otras piedras preciosas y semipreciosas de una calidad indiscutible, e incluso en la sección de relojes, adornando la caja de relojes analógicos y smartwatches. Con las circonitas de TOUS, una cosa está clara: brillarás vayas donde vayas.
