Desde los inicios de Rolex a principios del siglo XX, la marca suiza ha estado siempre ligada al deporte y a los desafíos que han llevado al ser humano a explorar los lugares más extremos de la naturaleza, tratando siempre de superar los límites de sus capacidades. Aventurarse donde pocos se atreven para lograr lo que parecía imposible es una de las motivaciones que inspiraron a Hans Wilsdorf a crear el primer reloj de pulsera totalmente hermético y con cuerda automática del mundo: el Rolex Oyster Perpetual.
Prácticamente desde el nacimiento de Rolex quedó claro que las excepcionales cualidades de resistencia, precisión y hermeticidad de los Rolex Oyster Perpetual los convertían en compañeros perfectos para las grandes exploraciones. En 1927, para demostrar la hermeticidad del Oyster, Hans Wilsdorf entregó uno de ellos a Mercedes Gleitze, una joven británica que se disponía a marcar un hito en la historia cruzando el canal de la Mancha a nado. Tras más de diez horas dentro del agua, el reloj siguió funcionando perfectamente y se convirtió en algo indispensable para los exploradores.
Pero había que ir más allá y Rolex lo hizo en 1953 presentando una nueva categoría de relojes diseñados como herramientas de exploración capaces de resistir las condiciones más extremas.
Rolex Oyster Perpetual Explorer y Explorer II. Relojes diseñados para la exploración
En 1953 ocurre una de las grandes conquistas del siglo XX: la expedición al Everest en 1953, liderada por sir John Hunt, en la que sir Edmund Hillary y Tenzing Norgay se convirtieron en los primeros en llegar a la cumbre de la montaña más alta del mundo. Todos ellos iban equipados con relojes Oyster Perpetual. Ese mismo año y poco después de ese logro, se presenta el Explorer que encarna el espíritu de aventura y perseverancia de toda expedición.
Rolex Explorer
El Rolex Oyster Perpetual Explorer es un reloj-herramienta profesional creado para marcar el tiempo en cualquier condición. De diseño sencillo y elegante, destaca por su fácilmente legible esfera negra con indicadores de gran tamaño y números 3, 6 y 9 característicos. Incluso en la oscuridad, su esfera permanece perfectamente legible gracias a la visualización Chromalight exclusiva de Rolex. Sobre la esfera, los índices, los números y las agujas están rellenos o cubiertos de un material luminiscente de larga duración (color de emisión azul) que permanece hasta el doble de tiempo que los materiales fosforescentes clásicos.
Rolex Explorer II
En 1971 la marca suiza fue un paso más allá en su privilegiada relación con la exploración al presentar el Rolex Oyster Perpetual Explorer II. Manteniendo el espíritu original del Explorer, el Explorer II incorpora innovaciones como la visualización 24 horas con una aguja adicional naranja y un bisel grabado. Gracias a este sistema, el Explorer II permite distinguir fácilmente las horas del día de las nocturnas —una opción útil en lugares donde resulta difícil saber si es de día o de noche, como en las regiones polares en algunas épocas del año, o en las cuevas— o bien mostrar la hora de un segundo huso horario. El Explorer II es el reloj de referencia para espeleólogos, vulcanólogos y exploradores polares.
Relojes concebidos para las condiciones más extremas
El vínculo entre Rolex y la exploración ha permitido que los relojes de la marca suiza evolucionen para satisfacer las necesidades de los exploradores de la mejor manera posible. Así, generación tras generación los relojes Oyster Explorer son cada vez más fiables y robustos. El desafío no es menor, ya que en los entornos más extremos el control del tiempo es frecuentemente una cuestión clave para la supervivencia.
Para que un reloj sea robusto los materiales con los que está construido son la piedra angular. Rolex ha desarrollado una aleación de acero exclusiva: el acero Oystersteel, incomparable en su robustez y capacidad para resistir situaciones extremas. El Rolex Oyster Perpetual Explorer está disponible en acero Oystersteel o Rolesor amarillo (combinación de oro amarillo y acero Oystersteel) mientras que el Rolex Oyster Perpetual Explorer II se fabrica únicamente en acero Oystersteel.
Por supuesto, un reloj de pulsera concebido para la exploración debe ser hermético. La caja Oyster de los modelos Explorer y Explorer II garantiza la hermeticidad hasta 100 metros de profundidad y ha sido sometida a los más estrictos controles. Del mismo modo, el brazalete Oyster es un ejemplo de la robustez que los exploradores necesitan. Además, cuenta con un cierre de seguridad Oysterlock, desarrollado y patentado por Rolex, que previene la apertura involuntaria.
La marca suiza sabe que la precisión en la medida del tiempo es vital para la exploración. Como todos los relojes Rolex, los Explorer y Explorer II cuentan con la certificación de Cronómetro Superlativo que garantiza que han superado los más exigentes controles de precisión en condiciones muy duras para cualquier reloj.
Gracias a sus características únicas, los Explorer y Explorer II han acompañado a gran número de alpinistas, científicos y exploradores. Muchos de ellos son hoy Testimoniales Rolex, un ejemplo vivo de colaboración y valores compartidos que caracterizan a Rolex y al mundo de la exploración.